Por Jean-Marc Vivenza, Ed. Le Mercure Dauphinois, Grenoble (Francia) 2020, 1.128 páginas.
Resumen en español:
La historia de la relación que se establece entre entre Jean-Baptiste Willermoz (1730- 1824) y Martinès de Pasqually († 1774), comienza en abril de 1767, año en que los dos hombres se encuentran en el transcurso de la recepción en la Orden de los Élus Cohen del futuro fundador del “Régimen Escocés Rectificado”, época en que la “Orden de los Caballeros Masones Élus Cohen del Universo”, de la que Martinès era el Gran Soberano, acababa de constituir, durante el equinoccio de primavera en el Oriente de Versalles, su más alta instancia, esto es, su Tribunal Soberano.
A partir de esta fecha, Jean Baptiste Willermoz va a conocer de manos de Martinès, hasta septiembre de 1774 donde parte de este mundo en Port-au- Prince, un ambicioso programa concerniente a la “reintegración de los seres en sus primeras propiedades, virtudes y potencias espirituales divinas”, así como una doctrina espiritual absolutamente original, ascendiendo todos los grados iniciáticos, hasta el último de Réaux-Croix, encontrando, en la “Orden de los Caballeros Masones Élus Cohen del Universo”, lo que siempre había esperado en términos de conocimiento y, además, la confirmación de sus esperanzas a propósito de los “misterios” subsistentes en el seno de la franc-masonería.
Como muestra este estudio (utilizando exclusivamente, y de forma inédita, como fuente única de referencia, la correspondencia intercambiada entre ambos, y no resumiéndola o inspirándose en ella para reconstruir la historia, a fin de permitir a los lectores acceder verdaderamente a la realidad efectiva de esta relación iniciática), el apego y el interés de Jean-Baptiste Willermoz por la doctrina y las prácticas enseñadas por Martinès de Pasqually se traducirá en siete años de estrecha relación (1767-1774), ciertamente con momentos delicados a veces y cruzando dudas e innumerables preguntas, pero siempre motivado por una preocupación permanente de profundizar, sin cesar, en los fundamentos doctrinales y “operativos” transmitidos por los Élus Cohen.
La teúrgia ceremonial, participando del “culto primitivo” transmitido por Pasqually, sobre la invocación de los espíritus y de las potencias angélicas, y después, y sobre todo, el estudio de la doctrina de la “reintegración”, devienen así la actividad secreta de los futuros Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa, que, tras la desaparición de los Élus Cohen, darán nacimiento, durante el “Convento de las Galias” en 1778 en Lyon, al “Régimen Escocés Rectificado”, sistema masónico y caballeresco que luego se convirtió, “reemplazándolo” en el tiempo, en el “conservatorio” providencial y el “continuador” verdadero de la perspectiva iniciática “no apócrifa”, es decir, auténtica, ligada en lo invisible a la “Alta y Santa Orden”, función que Martinès de Pasqually había originalmente otorgado a la Orden de los Élus Cohen.