Sabemos de la profunda y duradera incomprensión de
René Guénon (1886-1951) respecto al pensamiento de Martines de Pasqually
(1710-1774) y las prácticas observadas por la Orden de los Caballeros Masones
Elegidos Coëns del Universo, sus significativas reservas relativas a la
teosofía de Louis-Claude de Saint-Martin (1743-1803), y sus vivas críticas
hacia Jean-Baptiste Willermoz (1730-1824) y el Rito Escocés Rectificado,
posicionamientos y criterios que calarán sus diferentes análisis en cada
ocasión que abordará estos temas, y sobre los cuales no juzgó necesario volver
sobre ellos.
Esta sorprendente actitud, motivada por oscuros
“sentimientos”, subtendida por una inverosímil confusión ante los fundamentos
del cristianismo, y sobre todo, por unas muy confusas razones en el plano
iniciático, obligaba ineludiblemente a que fuera emprendido un trabajo de
clarificación y explicación de lo que condujo a René Guénon, e igualmente a
todos aquellos que aún hoy apelan a su obra, a considerar que la doctrina de
Martines de Pasqually, la perspectiva teosófica del Filósofo Desconocido y la
rectificación elaborada por Jean-Baptiste Willermoz, estaban todas ellas
contaminadas por elementos que las descalificaban y excluían de las esferas
reservadas a la “Tradición”, mientras que, muy al contrario, esta corriente
específica en el seno del esoterismo cristiano, de la que participaban los
Elegidos Coëns, la Sociedad de los Íntimos de Saint-Martin y la Francmasonería
willermoziana, es sin lugar a dudas la más claramente autorizada en poder
revindicar una verdadera autenticidad y profunda fidelidad respecto a lo que
las santas Escrituras contemplan como la “verdadera” fuente espiritual del
hombre, y designan bajo el nombre de “Divina Tradición”.
Parece pues, que cuando buscamos examinar
serenamente las causas que configuran las inexactas afirmaciones de René
Guénon, encontramos que ellas reposan sobre el completo desconocimiento de la
historia y estructuras propias de la Orden de los Caballeros Bienhechores de la
Ciudad Santa, y en especial, sobre una increíble ignorancia de las enseñanzas
originales y doctrina específica que subyace secretamente, pero a la vez
congénita y formalmente, en el Régimen Escocés Rectificado.
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